Entrada: Cómo mantener la pintura de tu coche como nueva en verano e invierno

Pintura coche

La pintura es una de las partes más visibles y delicadas de un vehículo. No solo aporta estética, sino que protege la carrocería frente a la corrosión, la suciedad y el desgaste. Sin embargo, las condiciones climáticas extremas —el calor abrasador del verano y la humedad o la sal del invierno— pueden acelerar su deterioro.

En este artículo aprenderás por qué la pintura se ve tan afectada por el clima, qué rutinas de cuidado puedes adoptar en cada estación y cuándo merece la pena acudir a un taller especializado.

¿Por qué la pintura sufre con el clima?

La pintura de los coches está formada por varias capas (imprimación, base de color y barniz). Todas trabajan en conjunto para dar brillo y proteger la chapa.

  • En verano, los rayos ultravioleta degradan los pigmentos, provocando pérdida de color y aspecto mate.

  • En invierno, la humedad, el frío y sobre todo la sal de las carreteras favorecen la oxidación y las manchas en la superficie.

Conocer estos riesgos es el primer paso para mantener tu coche siempre reluciente.

Cuidados esenciales en verano

  1. Aparca en zonas protegidas
    Siempre que puedas, busca sombra o garaje. El sol directo no solo calienta la pintura: también acelera su degradación.

  2. Lava con frecuencia
    El polvo, la resina de los árboles y los insectos se “cocinan” al sol y pueden dejar marcas permanentes.

  3. Encera la carrocería
    Una capa de cera cada pocos meses crea una barrera frente a rayos UV y suciedad, además de potenciar el brillo.

  4. Atención al interior
    Aunque hablamos de pintura, no olvides que el calor también afecta plásticos y tapicerías. Mantener el coche ventilado reduce el daño general.

Cuidados esenciales en invierno

  1. Elimina la sal rápidamente
    Tras circular por carreteras con sal, lava el coche cuanto antes. La sal acelera la corrosión, sobre todo en los bajos y pasos de rueda.

  2. Secado correcto
    No dejes el coche mojado en ambientes muy fríos. El agua se congela, se expande y puede dañar la pintura en microfisuras.

  3. Protección extra
    Aplicar selladores de pintura o ceras sintéticas en otoño prepara la carrocería para resistir mejor los meses más duros.

  4. Inspecciones regulares
    Presta atención a zonas donde la pintura pueda haberse saltado (puertas, parachoques). Allí es donde el óxido aparece primero.

Consejos útiles durante todo el año

  • Usa champús específicos para coches, evita detergentes domésticos.

  • Seca con paños de microfibra para no arañar la superficie.

  • Repara pequeños arañazos de inmediato, antes de que se conviertan en focos de óxido.

  • Programa un pulido profesional cada cierto tiempo para rejuvenecer la pintura.

¿Cuándo acudir al taller?

Aunque el mantenimiento casero es clave, hay señales que indican que necesitas ayuda profesional:

  • Pérdida evidente de brillo.

  • Aparición de manchas que no desaparecen con la limpieza.

  • Burbujas o zonas oxidadas.

  • Arañazos profundos que dejan ver la chapa.

Un taller especializado en chapa y pintura puede pulir, reparar o incluso repintar la zona afectada para devolverle el aspecto original a tu vehículo.

Conclusión

La pintura es la carta de presentación de tu coche y una barrera de protección fundamental. Con cuidados sencillos adaptados a cada estación y revisiones periódicas, puedes mantenerla como nueva durante años.

Y si el daño ya está hecho, en Nicasan Chapa y Pintura contamos con la experiencia y la tecnología necesarias para devolver a tu coche el brillo de fábrica.

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